Promora y la Escuela de Escritores entregan el premio Medardo Fraile
Entrega del I Premio de Relato Breve Medardo Fraile en la sede de la Escuela de Escritores de Madrid. El pasado sábado 8 de octubre, Promora y la Escuela de Escritores de Madrid, entregaban el I Premio de Relato Breve Medardo Fraile. Un premio que cayó en manos de Miguel Ángel González, un joven escritor de Madrid que convenció al jurado con su relato “Cuando me haya ido”
Concurso literario
Un concurso literario que nació de la mano del grupo inmobiliario y que, confiando en la experiencia y la terrible profesionalidad de quien hace bien las cosas, terminó dándose forma en la Escuela de Escritores de Madrid. Promora decidía salir de su zona de confort patrocinando un concurso que poco o nada tiene que ver con su actividad profesional mientras que la Escuela de Escritores promovía las bases y la entrega del premio en su sede de Madrid.
Se sabe que el patrocinio es una potente herramienta de marketing para muchas empresas, que bien utilizada, puede conseguir cosas importantes como el refuerzo de marca, el incremento de la visibilidad o el impulso de las ventas. Es difícil por lo tanto creer que una compañía utilice el patrocinio o las colaboraciones sin ningún fin lucrativo. Entendemos que la acción parece siempre va ligada a la reacción, pero a veces, sólo a veces ocurren cosas como la del sábado pasado.
Os invito a leer la reflexión y las palabras que el director de Promora utilizó en la entrega del premio, dónde no sólo acudió como representante de la empresa patrocinadora, sino también como miembro del jurado junto a los escritores Alfonso Fernández Burgos, Ignacio Ferrando y Ángel Zapata; y el director de Escuela de Escritores, Javier Sagarna.
Emilio L. van Dam, Director de Promora:
“Tenemos que especializarnos para ser útiles a la sociedad. Pero esto nos clasifica en espacios mentales y físicos de los que nos cuesta escapar. Los niños tienen que estar en el colegio, … pero hacer pellas de vez en cuando les enseña mucho. Los universitarios deben seguir la carrera marcada en su programa, … pero Isaac Newton descubrió la gravitación universal y el cálculo diferencial cuando se recluyó en su casa porque había una epidemia en la universidad. A los ancianos los recluimos en residencias, a pesar de lo mucho que tienen que aportar a la familia que han creado. Los empresarios nos centramos en vigilar nuestro balance de resultados, y así todos.
Sin embargo los artistas se escapan de esta clasificación, pues su función es, precisamente, la de abrir nuevos caminos y buscar la belleza. Una belleza que no siempre es agradable, sino cruda, o con carácter de denuncia, de retrato realista. Algo así como un espejo en el que nos miramos para darnos cuenta de cosas en las que vivimos, pero no nos dábamos cuenta.
Hoy celebramos tres cosas: el agradecimiento a todos los que se han presentado al concurso, con el premio al mejor cuento. También un puente entre la Escuela de Escritores y Promora. Entre una empresa que vigila su balance y una Escuela que busca cosas diferentes. Nuestra sociedad requiere muchos puentes para conocer mejor al que tenemos cerca y del que no sabemos nada. Y finalmente celebramos este acto, en el que coincidimos escritores y agentes inmobiliarios, jurado y profesores de la Escuela de Escritores, clientes de Promora y famliares, un acto en que todos hemos roto nuestra rutina del sábado por la tarde para hacer algo diferente y conocer gente interesante. Un pequeño acto de rebeldía contra nuestro destino encasillado. Un momento que espero todos disfrutéis”
Asistentes a la entrega del Premio Medardo Fraile
Momento del acto en la Escuela de Escritores de Madrid
Los hermanos L. van Dam con el ganador del premio M.A. González y su pareja
